PARA TENER UNA BOCA SANA

La higiene es esencial para prevenir cualquier complicación en la boca. Sólo hay que hacer dos cosas: cepillarse los dientes 3 veces al día, durante 2 minutos y acudir a una buena clínica dental, al menos, 1 vez al año para limpieza y revisión.

Siempre es mejor evitar un problema que solucionarlo. Se ahorra tiempo, dinero y sufrimiento. Con la boca ocurre lo mismo: las personas que más protegen su boca, menos posibilidades tienen que padecer caries o de perder alguna pieza.

Lo que depende del paciente

En nuestras manos está el cuidarnos la boca o no. Cómo se mantiene una buena salud oral: con el cepillado diario, que tiene que pasar por todas las caras de los dientes con suavidad y que debe durar un par de minutos.

Ese cepillado se debe de acompañar del uso de la seda dental, sobre todo para aquellos dientes que están apiñados y forman rincones dónde el cepillo no puede llegar. Así como el uso de los cepillos interproximales, que son los únicos capaces de acceder a esos huecos que se forman entre muela y muela y que suelen degenerar en caries o en la pérdida de la pieza dental.

Si el paciente se cepilla correctamente, 3 veces al día-después de cada comida- y es constante, se ahorrará una infinidad de complicaciones y de visitas al dentista.

Revisión: una vez al año

Si no se han tenido grandes problemas en la boca, con visitar una vez al año al/la dentista es suficiente. Pensemos que la misma revisión anual se aplica a una caldera o al automóvil, para evitar justamente posibles accidentes y la encontramos razonable.

Si el paciente ya ha perdido alguna pieza, lleva implantes, puentes o tiene tendencia a padecer caries, lo más aconsejable es que visite una buena clínica dental cada 6 meses. Este control es fundamental para revisar la higiene y detectar a tiempo cualquier patología en un estado inicial, antes de que se complique la solución.

Hay muchos pacientes que necesitan hacerse más de una limpieza bucal al año porque tienen tendencia a acumular sarro. En ese caso, hay que intentar ser constante y no dejar que pase más de un año, ya que la boca se resiente.

Alimentos que previenen

Está demostrado que lo que comemos está directamente relacionado con nuestra salud. Pues, con la boca-puerta de entrada de todos los alimentos- pasa exactamente lo mismo.

Los productos que son buenos para nuestro organismo son igual de buenos para la boca. Las frutas y las verduras son fuentes de vitaminas y, si se consumen en crudo, ayudan a mantener limpia nuestra boca.

Por el contrario, los alimentos azucarados, sobre todo todos aquellos que tengan una textura pegajosa (bollería, caramelos, pan de molde) son peligrosos, ya que se adhieren muy fácilmente al esmalte y a la encía y, si no nos cepillamos, pueden mantenerse horas y horas en la boca haciendo daño.

Deporte para los dientes

Otros de los problemas que está acarreando las nuevas tendencias en alimentación es que cada vez se tiende a fabricar alimentos blandos para facilitar la masticación. Sin embargo, si nuestra mandíbula no trabaja, si los dientes no se van fortaleciendo a base de triturar alimentos, cada vez estarán más débiles.

Parece mentira, pero ese mantenimiento es tan necesario como lo es ir al gimnasio: mejor pan normal que de molde, mejor carne consistente que triturada, mejor fruta dura que blanda, mejor un chicle sin azúcar que una golosina azucarada.

Por lo tanto, cuidar la salud de nuestra boca no exige ni mucho tiempo, ni muchos sacrificios, ni mucho dinero. Es más bien cuestión de constancia y de higiene. Desde la Clínica Dental Bonet siempre defenderemos la prevención antes que la cura.