MIH: DEFECTOS EN EL ESMALTE INFANTIL


    Hipomineralización Molar Incisiva (MIH) es una enfermedad que aparece en los/as niños/as que hace que el esmalte se vuelva poroso, propenso a las caries y la fracturas.

     La alerta surge cuando se descubren zonas opacas en la superficie de los dientes que pueden ser blanquecinas, marrones o amarillas. Estas manchas siempre aparece en los primeros molares permanentes y a veces también en incisivos con lo que se suele detectar entre los 5 y los 7 años.

     Al debilitar el esmalte, los niños/as pueden tener una mayor sensibilidad y una lata propensión a padecer caries.

Origen incierto

   La causa aún no se sabe a ciencia cierta; algunos artículos científicos la relacionan con enfermedades prenatales y posnatales, la exposición a antibióticos o sustancias químicas como la dioxina, el bisfenol A y el bifenilo policlorado, pero todavía no hay pruebas suficientes.

     Se calcula que 1 de cada 7 menores la padece en la actualidad, aunque cada vez hay una mayor prevalencia y eso preocupa mucho a la Odontopediatría actual.

Qué hacer

     El MHI no tiene cura, ni prevención pero para evitar sus efectos hay que proteger al máximo el esmalte de las criaturas afectadas. Para ello hay que vigilar la dieta y reducir los azúcares que pueden provocar la aparición caries y extremar la higiene.

    Los menores afectados por esta hipomineralización tienen que cepillarse los dientes 3 veces al día. Existen dos marcas que son las que más recomendadas para el MIH que son: la Tooth Mousse y Mi Paste Plus (900 ppm de flúor).

    Después del cepillado de la noche, se puede reforzar el esmalte con crema tópica con Recaldent  que no se enjuaga para dejarla actuar toda la noche.

Qué hacer desde la clínica

   En clínica se puede tratar de reforzar el esmalte y tratar de reminalizarlo con barnices de flúor que se aplican en la superficie de las piezas dentales. Así como realizar limpiezas de boca (tartrectomías) y restaurar las piezas afectadas con reconstrucciones que suelen ser complejas de realizar porque la superficie está muy debilitada.

    En edad adulta, se puede estudiar una rehabilitación estética de las piezas afectadas siempre que sean lo suficientemente fuertes como para recibir dichos tratamientos. Debe prevalecer la permanencia de dichas piezas en boca antes que la mejora estética.