Cómo se ponen y se retiran los brackets
Los brackets se ponen y se quitan sin producir ningún dolor. Básicamente consiste en «pegarlos» al esmalte en la posición exacta para que muevan la pieza. Se colocan uno a uno y es importante que no entren en contacto con la saliva.
El proceso de colocación en una arcada suele durar unos 20-30 minutos ya que se hace diente a diente. Para no cansar al paciente se colocan los brackets de una arcada en una sesión y la otra arcada, en otra sesión.
Para colocarlos es muy importante que los dientes no entren en contacto con la saliva por lo que se necesita mantener todo el tiempo el aspirador. Básicamente se pasan por 3 fases: la primera consiste en grabar la superficie del diente con un gel específico para limpiar la superficie y dejarla preparada. Dicho gel se deja actuar unos segundos y se retira con abundante agua.
A continuación, se pinta con un producto adhesivo la superficie dónde se pegará el bracket. Con la lámpara polimerizadora se fija dicha sustancia.
Finalmente, se coloca composite en la base (parte de detrás del bracket) y se ubica normalmente en el eje central de la superficie. Esta fase es la más delicada ya que la posición del bracket determina hacia dónde se va a mover dicha pieza.
Posicionar el bracket
La/el ortodoncista se guía con un instrumental específico para situarlo exactamente y hasta que no está completamente segura/o no aplica la lámpara polimerizadora para dejarlo fijado.
Por lo tanto, el proceso es totalmente indoloro y no requiere anestesia. Los brackets en sí no hacen ningún daño, es cuando el/la ortodoncista pone el arco uniendo todos los brackets cuando se inicia la fuerza de presión que va a empezar a mover las piezas.
Por qué se cae un bracket
La pérdida de un bracket se puede deber a varios factores. Uno de ellos, depende del esmalte del/a paciente; si padece hipermineralización, hipomineralización o presenta defectos en el mismo, es más fácil perder la adhesión y que se desprendan.
Otro, estaría relacionado con la técnica de cementado; es muy importante mantener la superficie del diente completamente seca durante dicho proceso ya que si entra en contacto la saliva o el agua, aunque sea mínimamente, las posibilidades de que se desprenda, aumentan notablemente.
Es por ello, que durante su colocación se coloque un “abrebocas” para que la humedad de los labios y las mejillas no contamine la zona en la que se va a trabajar. Esto se refuerza con el eyector o el aspirador, más la aplicación de aire directamente sobre el esmalte justo antes de ir a centrar la pieza.
Otra motivo de pérdida de un bracket puede ser que la persona fuerce con algún alimento u objeto el bracket, con lo que lógicamente éste saltará de su posición. Por eso, siempre se recomienda sensatez a la hora de comer con brackets.
Retirada de los brackets
Cuando llega el momento de retirar los brackets es un momento de satisfacción por parte del/a ortodoncista y del/a paciente ya que el tratamiento ha concluido y los dientes se hallan en la posición adecuada.
Para retirarlos, se cuanta con un instrumental que despega bracketa bracket todas las piezas, también sin producir ningún dolor. A continuación, con la ayuda de una fresa (pequeña punta que se acciona con un motor) se va limpiando la superficie del diente hasta devolverle a su estado original.
Retención
El tratamiento concluye con la indispensable retención. Los dientes tienden a volver a su posición inicial, así que para no deshacer el camino andado, se coloca un pequeño alambre por la parte lingual de los incisivos superiores e inferiores. Al principio, el/la paciente se puede notar extraño/a con dicha retención, pero al poco tiempo se deja de percibir como un elemento extraño.
Dicha retención, se puede reforzar durante la noche con unas férulas transparentes para dormir que ayudan a fijar los dientes e impedir que se muevan. Así, en el caso de que se rompa la retención fija, las férulas mantendrían los dientes fijos, hasta que se vuelva a restaurar dicha retención en la clínica dental.
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