OBTURACIÓN: LA CURA DE LA CARIES

    La caries es una enfermedad infecciosa que produce una cavitación (perforación) en el esmalte. A su alrededor, proliferan bacterias infecciosas que van profundizando hasta alcanzar la pulpa (vasos sanguíneos y nervios) y por eso duele.

    Por eso, para sanar esa pieza afectada se realiza una obturación que consiste básicamente en limpiar primero toda la infección, eliminarla y obturarla, es decir, taparla para que no se vuelva a producir.

    Para realizar la obturación, lo  primero es limpiar la zona afectada. Esto se hace mediante una fresa (punta que rota a través de un motor) y, con mucha precisión para sólo tocar la parte afectada, se va eliminando la caries.

     Se anestesia la zona porque la fresa rota a mucha velocidad y produciría un dolor considerable en el paciente, por ello, hay que dormir las terminaciones nerviosas del área dónde se va a trabajar.

Obturar la zona

     Una vez limpia, se procede a su sellado. Para ello, se grava la zona afectada con la caries y ya limpia con un gel que va preparando la superficie. Se retira con agua y luego con aire para que quede muy seca la zona.

    El segundo paso es pincelarla con un adhesivo que con la lámpara polimerizadora (luz azul) adoptará la consistencia necesaria para poder fijar el composite final.

    Por último, se rellena el hueco con composite que es un material de dureza suficiente como para resistir la masticación y del color de los dientes, con lo que casi no se puede diferenciar del propio esmalte.

    Este composite se endurece con la lámpara polimerizadora que se aplica unos 20-40 segundos por pieza dental para que alcance inmediatamente la rigidez que precisa.

Oclusión perfecta

    Lo normal es comprobar finalmente la oclusión, es decir, asegurarse que el paciente mastica exactamente igual que antes de la intervención. Si no es así, hay que pulirlo mediante una fresa, hasta que se ocluya con total normalidad.

     El termino correcto para denominar todo este proceso es el de “obturación” aunque popularmente sea nombrado como “empaste”. Dependerá de la dimensión de la caries que la obturación sea mayor o menor.

     A menor avance de la caries, la reconstrucción menos extensa y la pieza resulta poco dañada. Si la caries ha arrasado gran parte del esmalte, la pieza se queda un poco más débil y hay que tener mucho cuidado a la hora de morder.

    Si la caries ha llegado a invadir la cámara pulpar-que es el núcleo del diente, dónde confluyen las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos- se recomienda hacerse una endodoncia que consiste en eliminar las terminaciones nerviosas para poder limpiar la caries a fondo y que esa pieza nunca más vaya a generar dolor.