BRACKETS: CÓMO SON CAPACES DE MOVER LOS DIENTES
Los brackets marcan hacia dónde se mueven los dientes pero es el arco el que empuja.
En realidad, su trabajo se hace conjuntamente con los arcos, esos alambres metálicos que unen toda la arcada y hacen que todas las piezas se desplacen al unísono.
Cada diente (incisivos, caninos, molares) requiere un tipo de bracket y cada uno de ellos lleva una “información” concreta que determina cómo se va a mover esa pieza, aunque la fuerza del movimiento se realiza siempre mediante el arco.
Podríamos decir que el arco mueve y el bracket determina hacia dónde. Una boca llena de brackets pero sin arco se quedaría exactamente igual, es al poner este aditamento que los dientes pueden empezar a trasladarse.
Cómo mueven los dientes
Clínicamente, lo que ocurre cuando se colocan los brakets y los arcos, se empieza a ejercer una presión lenta y constante en la dirección que tiene planificada el/la ortodoncista mediante una regeneración ósea.
De esta manera, las piezas se van moviendo y se va regenerando el hueso que rodea al diente: va despareciendo en las zonas hacia dónde se dirige el diente y se vuelve a formar hueso en el espacio libre que va dejando dicha pieza en su desplazamiento
El cuerpo envía unas células llamadas “osteoclastos” que van reduciendo el hueso allá dónde se ejerce la presión y así se van moviendo las piezas dentales y, simultáneamente, envía otras células, llamadas “osteoblastos” que van reconstruyendo el hueso allá dónde se va perdiendo, con lo cual se va regenerando hueso allá dónde se necesita y así los dientes se mueven, pero continúan siempre fijos al hueso.
De ahí que el proceso deba de ser lento y controlado, para permitir la regeneración ósea y controlada siempre por un/ a Ortodoncista que comprueba continuamente que las piezas continúen fijas y que las raíces no sufran ningún daño.
Por eso es muy importante que el odontólogo controle correctamente el tratamiento y esté supervisado siempre. Ya que, de lo contrario, el/a paciente puede perder hueso.
Las revisiones de Ortodoncia suelen ser cada mes ya que, como los desplazamientos se hacen lentamente, es el tiempo justo en que se aprecia el cambio y se juzga si el diente está respondiendo bien al tratamiento planificado.
Revisiones en menos de un mes serían inútiles, ya que el movimiento ha tenido que ser inapreciable y si pasa más tiempo de un mes, el peligro es que si algún movimiento no ha ido acorde con lo planificado habrá que volver a reconducirlo.
Este proceso regenerativo es continuo durante toda nuestra vida y, si bien es cierto, que a mayor juventud mayor capacidad de generar tejidos tenemos. Sin embargo, de mayores el cuerpo los continúa fabricando y por ello es posible alinearse los dientes en edad madura.
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