CUIDAR LA BOCA DEL QUE NO PUEDE

Cuidar la boca de alguien es, ante todo, un acto de amor porque lo que se busca es el bienestar del otro/a. No poder expresar lo que se desea, no poder comer …es algo frustrante para aquellos/as que están enfermos/as o que no pueden cuidarse solos/as. Por eso es tan importante mantener una boca sana.

Ante todo, lo más aconsejable es que la persona, según su grado de dependencia, se cepillara ella misma los dientes el máximo tiempo posible. Primero, por autoestima, segundo porque mantener la salud oral previene enfermedades sistémicas, evita infecciones y aporta siempre una la sensación de frescor y limpieza reconfortante.

Utilizar un cepillo manual sería aconsejable para practicar la destreza de las articulaciones de la mano y la muñeca. En el caso de que esto suponga una dificultad, sería mejor recurrir a un cepillo eléctrico que garantiza la eliminación de la placa.

Llegado el momento en que la persona ya no puede ocuparse de si misma, sería necesario que el cuidador/a se acordara de limpiar la zona bucal después de cada comida.

Paciente consciente

Si la persona que se cuida está consciente y se puede incorporar, lo mejor sería que estuviera sentado y con un cepillo, un vaso de agua y una palangana se procediera al cepillado.

Nurse Helping Senior Man

Nurse Helping Senior Man

 

 

Tanto si lo puede hacer el enfermo/a como si lo hace el cuidador/a, la técnica de cepillado adecuada sería la llamada “técnica de barrido”; como su nombre indica, consistiría en barrer los restos alimenticios desde el cuello de los dientes (aquella zona más cercana a la encía) hasta el borde de los mismos (borde incisal), tanto en la cara externa (vestibular) como en la interna (lingual) para tratar de despegar estos restos y que se vayan de la boca durante con el enjuague posterior.

En las superficies masticatorias de los molares y en la lengua bastaría con pasar suavemente el cepillo horizontalmente siempre con poca pasta para no entorpecer el cepillado.

Al finalizar, se podría realizar un enjuague con un colutorio sin alcohol, para que no se resequen las mucosas y aplicar un bálsamo labial para hidratar los labios.

Paciente inconsciente

Antes de realizar la limpieza en si, cabría untar los labios con vaselina o crema de cacao 15 minutos antes para facilitar la apertura de la boca que, lógicamente, tiende a resecarse.

Para evitar molestias innecesarias y atragantamientos, en vez del cepillado rutinario, lo más práctico sería enrollarse en un dedo una gasa y empapar la misma en un colutorio para pasársela por toda la boca, lengua, dientes y mejillas.

Si notáramos la boca excesivamente seca se le puede pasar un hielo por toda la cavidad oral para producir una mayor salivación e hidratar la cavidad oral.

Pacientes con prótesis

Las prótesis removibles tienen que enjuagarse después de cada comida y deben cepillarse con jabón neutro una vez al día o dejarla a remojo en una solución limpiadora unas 3 horas.

Importantísimo quitarse la prótesis para dormir y dar descanso así a la mucosa oral. Así como pasarla por el agua antes de volver a introducirla en la boca.

Se recomienda limpiar la boca de las personas a las que cuidamos tres veces al día, después de cada comida. Así como estar atentos/as a cualquier tipo de anomalía que se observe en la cavidad oral para poner remedio lo antes posible. En la boca se manifiestan otras enfermedades sistémicas que es mejor detectarlas a tiempo para iniciar lo antes posible el tratamiento.

Ante cualquier duda o sospecha lo mejor es consultar con el/la Odontólogo/a de confianza para que nos ayude a resolver el problema o la duda. Cuidar la boca de alguien es un acto de amor, uno de tantos que se hacen por la persona a la que se cuida para que viva lo mejor posible.