CEPILLO ELÉCTRICO O MANUAL: SEGÚN PARA QUIÉN

El cepillo manual es igual de bueno que el eléctrico, si se usa bien. Lo que ocurre es que es muy difícil lavarse bien los dientes y por eso, se tiende a aconsejar el cepillo eléctrico que garantiza una mejor limpieza.

Para quién sería aconsejable recurrir al eléctrico pues, por ejemplo, para las  personas que no tienen buena higiene, también para aquellas que, a pesar de cepillarse, siguen produciendo sarro.

Resulta también útil para las personas dependientes o para todos aquellos que se cepillan demasiado rápido o demasiado fuerte.

CEPILLADO A MANO

Cuando alguien se cepilla bien, es decir, llega a todos los rincones de la boca, se limpia las encías y las piezas dentales, está 2 minutos cepillándose y logra barrer todos los restos de comida…puede utilizar tanto el cepillo eléctrico como el manual.

Al tener una buena higiene, ambos dos le van bien y va mantener su salud bucal sin problemas.

PARA QUIÉN EL ELÉCTRICO

Sin embargo, es cierto que el eléctrico puede resultar más eficaz para los casos en los que no se logra alcanzar una buena higiene.

En estas circunstancias, los cepillos oscilo-rotatorios aportan grandes ventajas ya que realizan los movimientos adecuados y el paciente sólo ha de pasearlo por la arcada superior y por la inferior, sin preocuparse por nada más, puesto que llegan a la encía y al esmalte con la técnica adecuada.

En general, tienen una capacidad de limpieza mayor y pueden ser  de gran ayuda para limpiar la boca a pacientes dependientes o para aquellas personas que han perdido la destreza manual o tienen dificultades de movimiento.

MIDEN EL TIEMPO

Otra de las ventajas es que, los aparatos de última tecnología, miden el tiempo de cepillado. Los más modernos, llevan unos relojes incorporados que cuentan el tiempo que hay que dedicar a cada cuadrante de la boca.

El tiempo ideal de cepillado son 2 minutos; por lo que, cada 30 segundos, el aparato vibra e indica que ya se puede pasar del cuadrante superior derecho al cuadrante superior izquierdo o al cuadrante inferior derecho, según nuestras costumbres.

PREVIENE EL EXCESO DE FUERZA

Otra de las ventajas que presenta es que  avisa si se está ejerciendo una presión inadecuada.

Algunas personas creen que el cepillado es más eficaz cuanto mayor fuerza se ejerce contra el diente y la encía y nada más lejos de la realidad.

Los movimientos han de ser suaves para no lastimar el esmalte, ni la encía. Con un cepillado ligero, en cuanto a fuerza, se es igual de eficaz y no se originan daños secundarios.

Pero para todos aquellos que tienen problemas para medir su fuerza y cuando van a la clínica dental se les detectan abrasiones (desgaste en el esmalte), la mejor solución es uno de estos cepillos que avisa-incluso llegan a pararse-cuando se supera la presión adecuada.

MAYOR ACCESIBILIDAD

 

Otro aspecto a tener en cuenta es su tamaño. La cabeza de estos cepillos recargables suele ser redonda y pequeña. Esto facilita el acceso a los últimos molares de ambas arcadas, justo las piezas más difíciles de cepillar y las que más problemas de caries y sarro suelen dar.

Los cepillos normales suelen tener una forma rectangular y, a veces, no caben entre la mejilla y la encía, con lo que es más fácil dejar esas zonas sin cepillar.

 

DESVENTAJAS DEL ELÉCTRICO

Los contras del cepillo eléctrico serían su coste (un cepillo de gama alta supera los 100 €) y el de los recambios. Es cierto que un mismo cepillo eléctrico vale para varios miembros de la familia, puesto que cada uno se puede adjudicar un cabezal y sólo es cuestión de recambiarlo.

Pero cada cepillo recargable del eléctrico cuesta hasta 3 veces más que un cepillo manual cuyo coste es verdaderamente asequible y fácil d encontrar en cualquier supermercado.

MOLESTIAS DE LA VIBRACIÓN

Otro de los puntos débiles del instrumento eléctrico es la propia vibración que ejercen, que hace que, a veces, se pierda sensibilidad y sea difícil, cerciorarse de si se ha llegado a la encía.

Así mismo, hay quien, por ejemplo, se queja de las molestias que produce en la cabeza la vibración de las cerdas cuando los movimientos se acercan a los molares.

El ruido es otra de sus desventajas. Puede resultar molesto al que lo utiliza o a quien está descansando cerca.

En conclusión, el cepillo manual cumple perfectamente su función si se usa correctamente, en el tiempo y con la fuerza adecuados.

El eléctrico limpia más a fondo y sería aconsejable a quien no logra una gran limpieza con el manual. En ambos casos, lo fundamental es limpiar las encías y los recovecos de las piezas dentales para evitar el sarro y la caries.