HALITOSIS: UNA SOLUCIÓN PARA EL MAL ALIENTO

La “halitosis” oral o mal aliento tiene una solución sencilla. Basta con identificar el foco de ese mal olor (periodontitis, caries, prótesis inadecuadas) y corregirlo o modificar hábitos de alimenticios y de higiene para mejorarlo y tener una mayor sensación de limpieza y frescor.


La mayoría de los casos de mal aliento están íntimamente relacionados con la boca, mientras que el resto podría provenir de problemas digestivos. De ese 87% de “halitosis oral”, casi la mitad, un 41 %, se suele localizar en la lengua, un 31% de las halitosis estarían relacionadas con la gingivitis, el 28% con la peridontitis, un 5% con las vías nasofaríngeas y, el resto, un 5%, no estaría identificado su origen.

Los culpables: los VSC
Los responsables de este vaho desagradable serían los componente volátiles sulfurados (VSC) como son el sulfuro de hidrógeno, el metilmercaptano y el dimetil sulfuro. También pueden estar presentes en la boca diaminas como la putrescina, la cadaverina y los ácidos orgánicos.
Estos compuestos volátiles (VSC) se producen de la interacción entre las proteínas de los alimentos que comemos, la saliva y las enzimas bacterianas que hay en nuestra boca y que convierten estas proteínas en péptidos y, a continuación, en aminoácidos ricos en azufre.
Estos , junto con los gérmenes anaerobios que hay la boca, producen los VSC.
Agravantes: ayuno y el sueño
Durante el día, el hecho de que pasen muchas horas entre comida y comida y, por la noche, la reducción de la presencia del oxígeno en nuestra boca y la menor producción de saliva mientras dormimos favorecen el crecimiento de estos componentes volátiles sulfurados.
De ahí que el mal aliento se agudice nada más despertarnos o cuando llevamos muchas horas sin comer. Por lo tanto, beber agua y comer entre horas puede reducir el mal aliento.
El tabaco y el alcohol también empeoran el mal aliento porque hacen que disminuya la saliva. Así que, en caso, de halitosis, se alienta al afectado/a a que reduzca ambos dos, cuando no, los erradique de su vida.
Periodontitis y mal aliento
Aquellas personas que tienen problemas periodontales, tendrán una mayor probabilidad de padecer mal aliento.
Al sangrar más frecuentemente, hay un mayor número de bacterias gram-negativas que emiten mayores cantidades de VSC. A su vez, dichas substancias volátiles agravan la enfermedad periodontal.
Otras causas: caries y obturaciones
Si el paciente no tiene gingivitis, ni periodontitis hay que observar si hubieran caries, obturaciones desbordantes (empastes demasiado grandes que pueden retener comida), prótesis inadecuadas o una mala higiene que estuviera contribuyendo al aliento desagradable.
A una mayor higiene, a base de limpieza en la clínica dental y por parte de la persona en su domicilio, se conseguirá disminuir las presencia de bacterias anaerobias gram negativas causantes de ese aroma.
Pueden ayudar, en estos casos, los colutorios que hay específicos para la halitosis y el uso de peróxidos (peróxido de carbamida) para aumentar el oxígeno y atacar a las bacterias anaerobias.
Medición de la halitosis
Existen pruebas de gran exactitud para confirmar si existe o no halitosis, ya que puede haber casos de creer que se tiene y no ser real. Esto se puede hacer utilizando dos observadores imparciales que exploren el aliento a diferentes distancias (cerca, media y lejos).
De manera objetiva se puede realizar mediante un aparato que detecta los VSC, llamado “Halimeter” que detecta que cuando la concentración supera los 200 partes por billón de VSC es que el olor es desagradable.
La mayoría de halitosis dan una medición de 300-500 ppb. Con lo que quedaría confirmado el problema y ya cabría buscar su origen para aplicar la solución concreta.
El problema de la halitosis tiene un gran impacto social y emocional y puede condicionar mucho la vida de una persona, con lo que se recomienda buscar ayuda y que un buen profesional ayude a erradicar este motivo de incomodidad y sufrimiento.